Acerca De Mí

Me llamo Luis Borrego y nací en Madrid. A los 13 años me convertí  en fan incondicional de los Beatles.  Todo empezó como una revelación cuando el EP del “Twist And Shout” y el álbum “Beatles For Sale”  cayeron en mis manos. Fueron un original regalo de una hermana de mi madre que vivía en Londres. Desde entonces siempre estuve interesado en el rock y en la música popular anglosajona. El descubrimiento del LP “The Freewheelin’ Bob Dylan” no se haría esperar, por mediación de mi buen amigo JC, cuya madrina vivía en Biarritz. Se ve que ella encontró acertado comprarle a su ahijado ese hallazgo tan imposible de avistar en España por aquel entonces. Luego vendría el single “Like A Rolling Stone” que un colega del colegio me prestó en el verano del ’66 junto con el sencillo “Gloria”, interpretado por The Shadows Of Night. Este último  ocupaba ya en aquél momento uno de los primeros puestos en las listas de éxitos del Reino Unido. Ese acontecimiento cambió mi vida para siempre. Los discos de vinilo, y en particular los LP’s de aquellos maravillosos años, más concretamente las publicaciones referidas a la música popular anglosajona, han sido para mí objetos de culto desde que el primer golpe de batería y las primeras frases de “Like A Rolling Stone” resonaran en mis oídos alterando mi sentido de la percepción. Ya nada seria nunca como antes.

Traducir y comprender las letras de las canciones del genio de Duluth se convirtió en un objetivo que abandoné pronto de manera transitoria por falta de la base necesaria en el conocimiento de la lengua inglesa. Ya se sabe, en aquellos tiempos el único idioma extranjero que se estudiaba oficialmente en el colegio en España era el Francés. Mi devoción por el vinilo se fragua durante un tiempo en el que la lucha por las libertades y la música y el mensaje de los juglares se hacen esenciales en la vida de cualquier universitario con un mínimo de conciencia social, al menos en mi país. Tener el álbum en las manos, leer las notas de la contraportada y las letras de las canciones, cuando se incluían en la publicación, hacía mucho más trascendente la experiencia sonora y daba sentido a las canciones y al universo propio del artista, canciones que expresaban las inquietudes, las emociones y sentimientos de toda una generación.

A partir de ese periodo convulso, pero feliz, vehemente y lleno de vitalidad, el Rock se hace mayor de edad y representa para muchos de nosotros una forma de vivir y de entender el mundo. Los discos son entonces, como los libros, portadores del pensamiento y del alma humana y escucharlos, tocarlos y observarlos tratando de analizar el sentido último de la obra fonográfica resulta reconfortante o al menos esclarecedor. A veces estremecedor. Esa experiencia con frecuencia generaba una sensación incluso susceptible de provocar un extraño placer de una intensidad extrema o el dolor incontenible que emana del fondo de las entrañas cuando nos hace conscientes de nosotros mismos y del desamparo, la impotencia del ser humano. Tanto como tratar de atrapar dentro de un círculo de materia plástica toda la memoria del mundo.

Sin embargo es ya en la década de los 80, mas resueltamente a partir del año 1985, cuando tomo la determinación de coleccionar vinilos y completar la discografía oficial de los Beatles y la de Bob Dylan, del que solo había comprado hasta entonces 4 ó 5 LP’s, sin que ello supusiese desconocimiento alguno de su obra que había seguido siempre con interés y con asiduidad, aunque no tanto en profundidad. Otros artistas, también relacionados con la obra de Dylan, y muchos otros de diversa índole, tanto Americanos como Británicos, van engrosando mi arsenal. Especialmente interesado en grupos de Pop Británico sesenteros y en el Folk Rock y sus derivados, así como en sus raíces, el Rhythm and Blues, el blues tradicional y en particular los Delta Blues singers del Mississippi. También intento abarcar el Rock en general y algo de jazz, aunque muy escasamente representado en mis archivos. Al final de la década vuelvo la vista atrás hacia la movida madrileña y voy incluyendo algún que otro disco de grupos o artistas españoles, artistas como Gabinete Caligary o Los Pecadores, aunque en última instancia son los nuevos valores los que más me atraen, centrado muy concretamente en El Ultimo De La Fila (Quimi Portet y Manolo García) y sus diversas formaciones, cómo Los Rápidos y Los Burros. Algo de Radio Futura y también cante Flamenco, en particular Camarón, José Meneses y Manolo Caracol, se juntan en mis estanterías y hasta míticos representantes de la copla Hispana, como Concha Piquer, se suman al batiburrillo, al igual que el ilustre cantante Carlos Gardel, el más popular a nivel universal y significativamente destacado intérprete del Tango Argentino.  Nuevos descubrimientos, como Talking Heads, The Cure o R.E.M. , y otros no tan ampliamente representados en número, como Pixies, Stone Roses o Silencers, aportan nueva savia al muestrario, en mi lista de pertenencias. A partir de 1990, ya en la era digital, con el nacimiento del minidisc y otras formas de grabación y reproducción, mi volumen de adquisición de vinilos decae, aunque sigo atento a nuevas publicaciones de los artistas más relevantes en mi personal jerarquía de valores artísticos y musicales.

Es a partir de 1999 cuando descubro el alcance de internet y la posibilidad de hacerme con grabaciones insólitas antes inaccesibles mediante intercambios con otros coleccionistas con los que se podía contactar a través de Google Newsgroups, tales como rec.music.beatles o rec.music.dylan.

Es por ello que llego en 2004 a formar parte de un reducido colectivo al que de forma privada e intima denominamos  Dylan Traders Community y de ese modo acabo convirtiéndome en moderador, luego administrador  y finalmente co-Fundador de la página Hungercity, hoy ya desaparecida. Algunos de vosotros, los que frecuentabais ese espacio u otros de esas características, ya me conoceréis como Luisbp51, el nick con el que me identificaba en esos ámbitos.

Abro así con este Blog una nueva etapa en la que mi intención es dar a conocer el alcance de la obra de muchos de esos artistas, exponer mi colección públicamente y poner a disposición de cualquier persona interesada los cauces para hacerse con determinados ejemplares, grabaciones  de escasa difusión y vinilos descatalogados o raramente accesibles. Espero que os sea de utilidad y que encontréis aquí un lugar donde tener acceso a cierta información relativa a vuestros intereses como coleccionistas y amantes del rock y de la música popular.

El coleccionista Hipnótico

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